martes, 24 de abril de 2012

El Principito

Había una vez, en una aldea de Nueva Zelanda, un reino llamado Cuquica, el reino estaba reinado por el rey Melchor y yo, su hijo, llamado Principito, soy un niño de poca edad y muy imaginativo. Un día, mi padre me regaló un cohete y con mi edad, recorrí todo el mundo en un año con ese cohete.

"Cuando yo tenía seis años vi una vez una lámina magnífica en un libro sobre el Bosque Virgen que se llamaba historias vividas. Rperesentaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera. E aquí la copia del dibujo.



 El libro decía: "las serpientes boas tragan sus presas enteras, sin masticarlas. Luego no pueden moverse y duermen los seis meses de digestión"
(Saint-Exupery ,1971: p11).

Ese libro lo encontré en un bosque en uno de mis viajes con el cohete que mi padre me regaló. Y me pareció un libro muy interesante, ya que con seis años me fascinaba la idea de tener un libro, aunque como podéis imaginar me fascinaba mas tener un cohete propio.

Cuando ya llegue a casa de mi largo viaje, cada mañana al despertarme me iba al cohete a leer el libro que he mencionado antes. Pero una mañana como todas las otras, mientras que yo estaba leyendo mi libro de animales, mi hermana mayor entró en MI cohete y me cogió el libro para verlo. Yo le enseñe las historias que relataba el libro, pero ella solo se fijo en las ilustraciones, según ella eran 'magníficas', yo las veía muy normales pero cuando salió del cohete, me quedé mirándolas un tiempo y pensé en pintarlas haber si yo tenía ese arte Las intente copiar y cuando tenía los dibujos hechos se los enseñe a mi padre, el, me dijo que eran muy bueno y yo le pregunte que si yo podría ser un futuro pintor, se agacho y me dijo al oído-Poder, podrías, pero no querrás que todo el pueblo te tenga envidia y rencor por esos magníficos dibujos-.Tenía razón, eran demasiado buenos, así que deje mi arte a un lado y le pedí si podría tener futuro como piloto, el rey sonrío y me llevó a mi cohete para enseñarme trucos para pilotar mejor.